Me gustaría mucho saber cuál es tu respuesta a las siguientes preguntas:
«¿Una persona es capaz de influir sobre las demás?
¿Determinadas personas no influencian en mayor grado que otras a las demás?
¿No has encontrado a algunas personas que son capaces de influir más fácilmente que otras?
Si existe un techo tal que hace que una persona pueda influir sobre las demás por la palabra, la mirada, el gesto, la voluntad, etc. ¿No es razonable admitir que un hombre o una mujer, habiendo realizado un profundo estudio de las formas mejores de influir sobre los otros, debería conocer más, en ese sentido, que otro que jamás las ha estudiado?
Dicho en otros términos, si existe algo que se llama influencia personal, ¿no es presumible que el hombre o la mujer que se sirven de un sistema definido obtengan resultados más seguros que los que lo usan, por así decir, al azar?
No puedes negar que algunos sujetos ejercen influencia sobre otros. No puedes negar tampoco las ventajas de (usar) una metodología sistemática sobre el proceso que tiene como base la indiferencia»
Este texto está extraído del libro de Paul-C Jagot «Tratado metódico de magnetismo personal». Sacaré mucho de él. Te invito a leerlo y, más aún, a practicarlo.
Hoy quiero regalarte un ejercicio (te iré regalando otros) sólo que antes, quiero reflexionar sobre lo que acabas de leer y espero que me dejes tus opiniones más abajo.
Si ahora te estás preguntando si tod@s l@s seres podemos ser así de especiales, piensa si conoces algún ejemplo.
¿Sí?
¿Cómo consiguió «ser así» ¿Cómo superó sus miedos ¿Sus dudas ¿Incapacidades para ser especial en esta o aquella materia?
Y, sobre todo, ¿de dónde le viene esa cualidad?
¿De una fortaleza física? Habrás visto seres poco atlétic@s, con alguna falta de movilidad, algún sentido poco desarrollado, o cualquier otro aspecto corporal no superdotado que han logrado influir a su alrededor de forma sorprendente.
¿De una apariencia agradable y un exquisito tacto? ¿Cuánt@s impresentables, seres repugnantes, odios@s, engreíd@s, antipátic@s y al tiempo influyentes ha cononocido la historia?
Jagot y otr@s autores hablan del vigor psíquico; algo así como el deseo imperioso de conseguir, aunque para éllo hace falta saber qué quiero conseguir. ¿Os suena eso de «Cuando alguien sabe hacia dónde va tod@s le abren paso»? Es innegable que una voluntad ansiosa y constante por llegar al objetivo aporta una fuerza extraordinaria. Lo que mueve las montañas, vamos.
Y hablan tod@s también de la armonía. Es deseable que la «magia» sea «blanca» en contraposición de la «magia negra» y éso no le resta fuerza a la última ¿cuántos seres abyectos usan su ascendente sobre l@s demás en su propio y egoísta interés sin importarles en modo alguno las vidas del resto? ¿Puede ser «trepa» un sinónimo?
En fin, podemos distinguir 4 elementos que son fuente del magnetismo personal y, si no los tienes en abundancia es porque nunca aprendiste a practicar para adquirirlos y/o aumentarlos. ¡Claro que sí!, aquí podrás hacerlo, y de forma práctica. Los cuatro elementos son (dos visibles y dos invisibles):
- Biológico, una buena salud. «Mens sana in corpore sano».
- Buen aspecto y dominio de la seducción.
- Psíquico. Intención por y aversión por. Como vamos hacia lo deseado y huímos del dolor.
- Armonía con nuestros sistemas. Tremendamente variado debido a la cantidad de sistemas y de referencias personales sobre lo bueno y lo malo, lo ético y no ético, lo correcto e incorrecto, etc.
Bueno, aquí te dejo mi regalo, un ejercicio que te demostrará hasta qué punto tu eres un ser especial.