Vista de águila

Vas al gimnasio, sales a andar, montas en bici, sueles nadar… y así mucho rato.

Te mueves.

Sabes que es bueno para tu salud,

para tu cerebro,

tu corazón,

piernas,

sex appeal…

Y algún profesional te escucha mientras le cuentas quién eres,

a qué te dedicas,

qué quieres conseguir,

cuál es tu diagnóstico médico…

para luego darte tu tabla de ejercicios,

sus recomendaciones personalizadas para tu situación

concreta y única.

¡Exacto! Así trabaja un Educador o Educadora Visual.

No diagnostica,

no receta.

Escucha,

comprende,

propone una tabla de ejercicios, hábitos y «cambios de mirada»

acompaña,

felicita por tus logros.

Así, consigues reducir el riesgo de sufrir problemas visuales,

minimizarlos y

mejorar tu función visual.

Ver más colores,

con más nitidez,

con mayor campo visual,

sentir tus ojos frescos,

relajados,

descansados…

Algún día, se practicará en tu gimnasio.

Mientras, pincha aquí y disfruta la vista de águila ser humano.

Comentarios cerrados.